

Circuito Cultural
Huertos Comunitarios
Una de las expresiones citadinas mejor guardadas por la población actual del Barrio Yungay, son los huertos comunitarios. Diversas organizaciones impulsan iniciativas para mantener, respetar y fomentar el cuidado hacia la naturaleza en su entorno urbano, entre ellas: el programa municipal Ecobarrio Yungay, impulsando plantaciones orgánicas que fomenten el autocultivo. En Zona Típica. Herrera #650; Plaza Libertad; Museo de la Educación.
En 1839 es fundado el Barrio Yungay, uno de los sectores patrimoniales de Santiago. Una de sus principales características radica en una constante lucha por proteger sus espacios, fomentar la vida en comunidad y traspasarla entre generaciones, logrando que en el año 2009 fuera declarado Zona Típica.
Si bien el reconocimiento está asociado al patrimonio arquitectónico, cada vez más el patrimonio natural gana terreno, mediante la construcción de los denominados huertos urbanos.
Diversas agrupaciones impulsan estas iniciativas para mantener, respetar y crear naturaleza en un entorno urbano. Una de ellas es el programa municipal Ecobarrio Yungay, que promueve la educación ambiental y plantaciones en patios interiores como espacios abiertos, así como las Plazas Libertad y Yungay entre muchos otros.
Ecobarrio reconoció en el barrio, un lugar potencial para la creación de nuevos huertos. Es así como voluntarios intervienen diversos sectores del polígono con plantaciones que estén disponibles para sus vecinos, fomentado el autocultivo, espacios de convivencia y cuidado ambiental, motivando a personas de todas las edades y sobre todo para los mayores a regar y limpiar.
También aportan como organización la Junta de Vecinos en Herrera 650, realizando actividades para emprender un huerto y donde funciona el Huerto Comunitario de Barrio.
En Plaza Libertad, casi como un “secreto guardado de barrio” existe el Huerto Libertad, terreno con distintas especies implantadas ocupada por diversas organizaciones dedicadas a la autogestión alimentaria y tratamientos naturales como la agricultura urbana y apicultura, buscando crear conciencia sobre el cuidado al medioambiente.
Fue en el año 2015 cuando Nicolás Aguayo, vecino del barrio y encargado del Departamento Educativo del Museo de la Educación Gabriela Mistral comenzó a enseñar a los jóvenes y adultos, pero sobre todo a los niños este oficio, con lo cual propone a la dirección que se abra a la comunidad creando nuevos huertos en dicha área, lugar que estaba en desuso. Los voluntariados se realizaron durante varios meses con muy buen resultado interactivo.
